Sistema Solar: Júpiter

El Gigante del Sistema Solar

Para mí, el planeta más fascinante del Sistema Solar. Recibió su nombre por el Dios romano Júpiter (Zeus para los griegos). Es un planeta exterior o gaseoso, el quinto desde el Sol, a una distancia de unos 5 UA (5 veces la distancia de la Tierra al Sol), o unos 750 millones de km respecto al Sol.

Se trata del mayor planeta del Sistema Solar en tamaño (1317 veces más grande que la Tierra) y en masa (318 masas terrestres). Curiosamente equivale a 2’48 veces la suma de las masas de todos los demás planetas juntos. Y aunque nos sorprenda, no es el planeta más masivo que se conoce, ya que se han descubierto más de un centenar de planetas extrasolares con masas iguales o superiores a este gigante gaseoso.

Este gigante está formado principalmente por hidrógeno y helio, y son tan profundas sus nubes que no se conoce superficie interior. Lo que más destaca en su atmosfera es la Gran Mancha Roja, que es un anticiclón más grande que todo nuestro planeta Tierra. El resto de su cielo se compone por franjas de diferentes colores, dependiendo de su dirección y su velocidad, pudiendo alcanzar más de 500km/h.

Aunque sea un planeta enorme, Júpiter también destaca por tener la velocidad de rotación más rápida de nuestro sistema planetario, durando un día algo menos de 10 horas. Esto hace, entre otras cosas, que su atmosfera tenga vientos tan violentos.
 

CASI ESTRELLA

Hemos dicho que Júpiter está formado por hidrógeno y helio, como lo estaría una estrella ¿pero por qué no emite luz? Lo cierto es que necesitaría tener 80 veces su masa para poder provocar reacciones de fusión de hidrógeno y convertirse en enana roja. La estrella más pequeña que se conoce “tan solo” tiene un 30% más de radio que Júpiter, pero tiene muchísima más masa. Lo curioso es que Júpiter irradia más calor del que recibe del Sol, dado su distancia. Este calor es generado por la inestabilidad Kelvin-Helmholtz mediante contracción adiabática (encogimiento) de las capas de Júpiter. Se calcula que todos los años Júpiter pierde unos dos centímetros de tamaño. Cuando se formó hace más de 4500 millones de años, Júpiter posiblemente era casi el doble de grande que el actual.

Otra curiosidad es que si fuese sólo cuatro veces más masivo la gravedad sería tan enorme que se comprimiría muchísimo más, haciendo que disminuyera de tamaño notablemente, aunque tuviera mucha más masa. El proceso de reducción de volumen con el aumento de la masa podría continuar hasta que se alcanzara la combustión estelar, como pasa en las enanas marrones, que tienen 50 veces la masa de Júpiter. Por eso los científicos a veces denominan a este gigante gaseoso como “estrella fracasada”, pero aún nos queda mucho por aprender sobre la formación de sistemas estelares múltiples y ver si podría a ver sido posible que Júpiter hubiera dado el paso a ser la compañera estelar de nuestro Sol. ¿Te imaginas un cielo con 2 estrellas?
 

INTERIOR DE JÚPITER

La verdad es que conocemos poco del interior de los planetas gaseosos. Las altísimas presiones y los vientos huracanados hasta niveles muy superiores a los terrestres dificultan muchísimo una investigación más minuciosa. Todo lo que sabemos de Júpiter son suposiciones sacadas por los datos obtenidos por las sondas y por la composición de sus nubes más exteriores. Además, siempre han surgido dudas acerca de como era posible que Júpiter generara un campo magnético tan enorme sí es una bola de gas y no tiene un núcleo, como nuestro planeta, que lo genere.

Parece ser que si empezamos a descender las nubes de Júpiter nos encontraremos con hidrógeno, helio y argón cada vez más comprimido por la presión. El hidrógeno molecular, a unas profundidades de 15.000km, se comprime tanto que se transforma en un líquido con propiedades metálicas. Pero pasado este punto los científicos discuten varias teorías. Unos esperarían la existencia de un núcleo rocoso formado principalmente por materiales más densos (todo lo que ha ido capturando la gravedad de Júpiter a lo largo de millones de años, por ejemplo) con una masa de unas 7 Tierras; modelos actuales también aumentan la masa del núcleo centrar entre las 14 y 18 masas terrestres; y otros científicos piensan que Júpiter podría no tener un núcleo sólido y que el campo magnético lo generan los gases que actúan como metales a esas altísimas presiones atmosféricas. Sea como sea, Júpiter contiene un campo magnético enorme.

Otra curiosidad que sabemos con certeza es que, Júpiter, al ser tan masivo aún no ha liberado el calor acumulado en su formación, así que posee una gran fuente de energía interna calórica que ha sido medida de forma precisa: 5’4 W/m2. Esperemos que la reciente puesta en órbita de la sonda Juno (llegó a Júpiter el 4 de julio de 2016) pueda revelar más información acerca de la estructura interna del planeta.
 

LUNAS, LUNAS Y MÁS LUNAS

¿Quién no ha oído hablar de Galileo Galilei? Fue el descubridor de las 4 principales lunas de este gigante gaseoso el 7 de enero de 1610. Razón por la que se llaman satélites galileanos. Estos grandes satélites principales son muy diferentes entre sí.

- Ío es el más cercano y es un mundo volcánico, con su superficie en continua renovación. Se cree que es tan activo por los efectos que producen sobre él la cercanía a Júpiter y Europa, la siguiente luna.

- Europa es la segunda luna y es un mundo helado en su superficie, pero con más cantidad de agua líquida que en todo nuestro planeta. Se cree que hay una alta probabilidad de presencia de microorganismos, o incluso organismos, viviendo en ese océano espacial.

- Ganímedes es el satélite más grande de nuestro Sistema Solar con un diámetro de 5268km. Se sabe que tiene un núcleo de hierro y un manto rocoso y de hielo.

- Calisto es el cuerpo del Sistema Solar con más cráteres encontrados, superando a la Luna o a Mercurio. Tiene una regeneración en su superficie prácticamente nula.

Después de las 4 lunas principales, las más grandes, hemos seguido encontrando un montón de satélites hasta un total de 67 actualmente. El resto se puede organizar en 2 grupos:

- Grupo de Amaltea: 4 lunas pequeñas que giran en orbitas internas. Serían Metis, Adrastea, Amaltea y Tebe por orden de distancia.

- Satélites irregulares: El resto de los satélites de Júpiter. Con orbitas bastante lejanas en comparación, tal es su lejanía que a veces es perceptible la distorsión de las órbitas por influencia del Sol. Se cree que estos cuerpos no fueron formados en sus órbitas, sino más bien capturados por la fuerza de gravedad de Júpiter. Es posible que fueran asteroides o fragmentos de impactos. Sus nombres son, por orden alfabético: Aedea, Aitné, Ananké, Arce, Autónoe, Caldona, Cale, Cálice, Calírroe, Carmé, Carpo, Cilene, Elara, Erínome, Euante, Eukélade, Euporia, Eurídome, Harpálice, Hegemone, Heliké, Hermipé, Herse, Himalia, Isonoe, Kallichore, Kore, Leda, Lisitea, Megaclite, Mnemea, Ortosia, Pasífae, Pasítea, Praxídice, Sinope, Sponde, Táigete, Telxínoe, Temisto, Tione, Yocasta y otros 17 que aún no tienen un nombre definitivo.


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Datos Técnicos
Masa:1,899 × 1027 kg
Densidad:
1,33 g/cm³
Área de Superficie:6,41 × 1010 km²
Diámetro:142,984 km
Gravedad:24,79 m/s²
Velocidad de Escape:59,54 km/s
Periodo de rotación:9 h 55,5 min
Inclinación axial:3,12°
Albedo:0,52
TemperaturasMinima: -163,15 ºC
Media:
-121,15 ºC
Máxima: -75,15 ºC


Autora Boreal

Las auroras boreales de Júpiter son enormes. Esta fotografía captada por el telescopio espacial Hubble muestra una enorme aurora, practicamente 3 veces más grande que nuestro planeta Tierra.


La Gran Mancha Roja

La Gran Mancha Roja

Gran Mancha Roja de Júpiter tomada por la sonda Voyager 1 en 1979.


Composición atmosférica
Hidrógeno81%
Helio17%
Metano0.1%
Vapor de agua 0'1%
CO0'08%
Vapor de agua0,1%
Amoníaco0,02%
Etano0.0002%
Fosfina0,0001%
Sulfuro de Hidrógeno<0,0001%



Lunas mayores

Satélites descubiertos por Galileo Galilei: Ío, Europa, Ganímedes y Calisto.
Montaje no realizado a escala.