¿Quien no se ha detenido en mitad de la noche con la vista clavada en el firmamento observando la Luna? Mayestática e imponente, orbitando la Tierra una y otra vez, causando admiración en cada rincón del mundo desde los albores de la humanidad, siendo parte fundamental de prácticamente todas las mitologías de las que se tiene constancia.
FORMACIÓN DE LA LUNA
Hace 4500 millones de años, cuando la Tierra era una simple bola caliente en estado de enfriamiento, se produjo el impacto del planeta Theia, de aproximadamente el tamaño de Marte, contra la Tierra. El impacto fue catastrófico, saltaron miles de fragmentos al espacio y muchos de ellos se quedaron en órbita formando un anillo al rededor de nuestro planeta, que con el tiempo se fueron agrupando por efecto de la gravedad hasta formar nuestro único satélite natural.
Pero el impacto de Theia no sólo nos regalo a nuestra Luna. Otra teoría cuenta que posiblemente todos estos acontecimientos aceleraron la formación de una atmósfera que posibilitó la vida; apareciendo esta no demasiado tiempo después del cataclismo que formó nuestro satélite. Y es que quizás, que exista vida en la Tierra, por un motivo u otro, pueda ser un regalo de la Luna.
ESCUDO PROTECTOR
Tan sólo hay que observar a simple vista la cara visible de la Luna para ver las cicatrices que nos cuentan los poderosos impactos cósmicos que ha recibido, y en la cara oculta todavía es más evidente. El meteorito que acabó con la vida de los dinosaurios no es un hecho aislado, la Tierra ha sido golpeada con frecuencia por estas "montañas" que vagan por el espacio y a pesar del pequeño tamaño de nuestro satélite, la Luna ha ejercido en numerosas ocasiones de escudo protector. Posee cráteres de un diámetro superior a los 1000 kilómetros y de hasta 5km de profundidad, y a nadie se le escapa la catástrofe que podía haber causado en el caso de impactar sobre la Tierra un meteorito capaz de causar eso, y que quizás, ahora mismo, el ser humano no existiría.
LA LUNA SE ESCAPA
La Luna se nos escapa, milímetro a milímetro, cada día está más lejos. Actualmente se encuentra situada a una media de 385.000Km, pero en su formación se encontraba a tan solo 21.000Km, veinte veces más cerca de lo que está actualmente. Cada año se aleja 3cm y medio de nosotros, que puede parecer poco, pero un pequeño efecto durante miles de millones de años produce resultados significativos.
Podemos imaginar que en la Tierra primitiva las vistas de la Luna, 20 veces más grande de lo que la vemos actualmente, tenían que ser espectaculares. Pero no os dejéis llevar por el romanticismo. Su influencia gravitatoria sobre la Tierra era 4000 veces mayor, provocando descomunales mareas de magma y rocas fundidas y unos oleajes descomunales en los océanos primitivos. Los días apenas duraban unas pocas horas, y a la vez que se ha ido alejando centímetro a centímetro va frenando la rotación de la Tierra poco a poco hasta las 24horas actuales. Y seguirá aumentando la duración de los días cuanto más lejos se nos escape la Luna.
ESTABILIDAD DE LA TIERRA
El eje de la Tierra se encuentra inclinado 23 grados, y se mantiene así con una sorprendente precisión por la influencia de la Luna. Su presencia es lo que nos estabiliza. En principio no parece tan importante, pero una simple variación de un grado de inclinación en el eje terrestre puede convertir bosques frondosos en desiertos inhabitables, o hacer florecer la vida en los lugares más áridos. Los modelos matemáticos muestran que si el efecto de la Luna desapareciera, la Tierra comenzaría a girar descontrolada variando constantemente su inclinación entre los 0 y los 90 grados. ¿Imagináis el desastre que supondría que la Antártida y el Polo Norte se mantuvieran en el Ecuador? ¿O que muchas de nuestras actuales ciudades hicieran un recorrido diario por la Antártida, el ecuador, el polo Norte y el ecuador otra vez? La mayor parte de la Tierra se convertiría en inhabitable para el ser humano. El nivel del mar aumentaría decenas de metros y habría tormentas monstruosas constantes que empequeñecerían a los actuales huracanes. Es de tal importancia su presencia que ya existen planes teóricos para hacerla regresar cuando los efectos de su marcha comiencen a dar problemas. Ya sea a traerla de nuevo mediante tractores de gravedad, o incluso robarle una luna a Júpiter. Sea de la forma que sea la Luna, con su simple presencia, está evitando que la Tierra se convierta en el mayor de los caos.
INFLUJO MÁGICO DE LA LUNA
Siempre se ha hablado del mágico influjo de la Luna sobre la vida. Pero ¿es esto cierto? Existen numerosas teorías acerca del comportamiento del ser humano y del aumento de incidentes durante la Luna llena, que sin embargo es negado por muchos otros. Solo hace falta usar un poco la lógica para saber que la Luna nos mantiene más activos por el aumento de la iluminación general producida por el reflejo del Sol, y por tanto por la recepción por parte de nuestros sentidos de una mayor cantidad de información. En todo caso, en nuestra civilización actual y dentro de las ciudades sería apenas perceptible su efecto, pero en la naturaleza es un hecho sin discusión con cientos de ejemplos de seres vivos que sincronizan su modo de vida o sus formas de caza o reproducción con la Luna. Incluso existe una teoría, no demostrada pero posiblemente cierta, que relaciona el ciclo menstrual de las mujeres con el ciclo lunar, prácticamente coincidentes en duración. El hombre primitivo debería haber aprovechado la Luna llena para aumentar sus posibilidades de caza, siendo este el momento que las mujeres podían permitirse el lujo de no ser fértiles, haciendo coincidir así las semanas de mayor fertilidad con la luna nueva, en la que los hombres no podrían desarrollar sus habilidades de cazador, desarrollando así una estrategia de especie para garantizar mayores posibilidades de supervivencia.
PUERTA A LAS ESTRELLAS
Parece que la Luna está demasiado cerca como para considerarla una puerta hacia las estrellas, pero la verdad es que la ausencia de atmósfera y su gravedad 6 veces menor la convierten en un lugar óptimo desde el que lanzar determinadas misiones. ¿Tienes problemas de peso? Vete a la Luna, y si por ejemplo en la Tierra pesaras 120kg allí tan solo pesarías 20.
Lanzar un cohete desde la Tierra requiere una cantidad tremenda de combustible para elevar su peso a gran velocidad y vencer la gravedad. Sin embargo, si lo lanzáramos desde la Luna, para obtener las mismas prestaciones, tendría un costo 100 veces menor. Igualando el costo, se podrían obtener prestaciones en cuanto a velocidad que hoy en día no podemos ni imaginar. Que la Luna sea convertida en una gran plataforma hacia las estrellas es solo cuestión de tiempo. Se establecerá una colonia, donde serán enviadas las piezas para su montaje y lanzamiento. Por otra parte, la superficie de la Luna es rica en Helio3, poderoso combustible, que con un nivel tecnológico superior, convertiría la Luna en una especie de gasolinera. La Luna, no dentro de mucho, será un gran centro de paso que nos permitirá llegar a lugares imposibles hoy en día.
Así es la Luna, la próxima vez que la contemples recuerda que esa gran bola blanquecina que nos acompaña desde el cielo en nuestro camino por el Universo nos protege, nos ilumina con su reflejo, nos hace la vida mucho más sencilla y que quizás incluso le debamos la vida.
